martes, 6 de enero de 2015

HISTORIA DEL CANTÒN SANTA ISABEL


Historia

Asentado en una luminosa colina, el antiguo pueblo de Chaguarurco (del kichwa chawar, maguey o penco y urku, cerro) hoy se constituye en una floreciente y acogedora ciudad, altiva atalaya en medio del fértil valle de Yunguilla (hibridismo del kichwa: yunka, caliente, abrigado, y del morfema de carácter estimativo –lla). Es decir que este topónimo de acuerdo a su significado literal, significa: abrigado, calientito” (Romero y Romero, 2004).
“Fue fundada originalmente por indígenas Cañaris en la actual comunidad de Cañaribamba y luego administrada por la encomienda española bajo la gobernación del Marqués Juan de Salinas durante la época colonial, con el propósito de explotar las minas de oro del cerro Shiry (3500 m.s.n.m). Esa explotación desenfrenada causó que la montaña se desplomara ocasionando la muerte tanto de indios como de españoles por igual y la desaparición de las muy codiciadas minas bajo toneladas de tierra” (Toledo y León, 2001).
Para finales del siglo XVII la villa de Cañaribamba era administrada eclesiásticamente por un sacerdote de apellido Naranjo que según las leyendas locales, tuvo que pagar un alto precio por su codicia y fue luego de ese acontecimiento que la villa entró en un período de decadencia, luego de que una epidemia arrasara con la población (Toledo y León, 2001).
En 1930 se funda la nueva población de Cañaribamba con el nombre de Chaguarurco. Los pobladores escogieron este lugar porque no era lejos de la villa original y por su ubicación geográfica y panorámica. El lugar inspiraba tranquilidad y salud.

“Por el año de 1900 Chaguarurco, no pasaba de ser un pequeño Caserío de Chozas de paja en su mayoría, y unas contadas casitas de zinc y teja, que posiblemente éstas últimas viviendas tenían sus dueños a los más acaudalados del Valle de Yunguilla, ya que las otras que se las denomina Chozas, pertenecían a la clase desposeída o a los aparceros como hasta ahora se les suele decir partidarios, quienes se ocupaban en la cultivación de terrenos en materia de caña de azúcar, café, naranjos, limoneros, guineo, camotes, yucas, maíz, fréjol y otros artículos más, los que servían para el consumo diario de las familias, porque a excepción de los derivados de la caña de azúcar, todo se lo consumía en la propia Región; por este lado nadie sufría de hambre, pero en cuanto a conseguir sal, kerosén para el alumbrado por las noches, arroz, azúcar, vestidos, medicina, herramientas y otros insumos más, era sumamente difícil conseguirlos, toda vez que en épocas de invierno para llegar a la ciudad de Cuenca desde Chaguarurco, se hacía una jornada de tres a cuatro días de camino con el barro a las rodillas para no exagerar, mucho mejor resultaba viajar a la provincia del El Oro, concretamente a la ciudad de Pasaje, a donde se hacía menos tiempo y se conseguía la mercadería a menor costo que en Cuenca” (Zenteno Aguirre, sin año).



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